Las fiestas patronales de Somosierra son el primer fin de semana de agosto, siendo estas de jueves a domingo y se celebran en honor a la Virgen de la Soledad.

En Somosierra se mantienen algunas tradiciones seculares de gran importancia y con gran repercusión entre sus habitantes.

En primer lugar y de mayor importancia tenemos la “hacendera”. Viene de la palabra “hacer” y consiste en la realización de obras sociales por medio de cuadrillas de voluntarios. Su finalidad principal es la limpieza y mantenimiento de la reguera, la cual abastece al pueblo y a las huertas de agua, acudiendo al monte en el mes de julio. Cuando terminan de limpiar la reguera, los voluntarios van bajando del monte hacia el pueblo y se hace una comida en el parque de Somosierra, donde tradicionalmente se hace una caldereta para los voluntarios que han trabajado esa mañana.

Una de las tradiciones más importantes es la Ronda, que, actualmente, se realiza el día de comienzo de las fiestas patronales, el jueves. Es un día festivo que, en sus orígenes, los hombres del pueblo se juntaban de madrugada para ir a “rondar” a las mujeres a sus casas. Ellos iban, cantando y bailando, buscando a las mujeres en sus casas, con canciones muy populares y de gran tradición oral como “clavelitos”. Actualmente, este evento ya no se realiza así, sino que ahora es la gente joven, tanto hombres como mujeres, sale a cantar a las casas del pueblo con los mismos cánticos populares, donde ahora es típico que les saquen desde las casas después de cantarles algo de comida, dulces típicos de la zona, como rosquillas o pastas.

Durante las fiestas patronales, se celebran diversos campeonatos, entre ellos algunos tradicionales, como el lanzamiento de la alpaca, el tirasoga y la calva. El lunes después de las fiestas se realiza en el parque una comida popular de caldereta y el siguiente sábado otra comida, pero esta vez, es una paella popular.

Otro evento que se ha perdido y que, hasta hace muy pocos años se seguía realizando, era la elección antes de las fiestas de los “Serranos” o reyes de las fiestas, que eran elegidos por la gente del pueblo, y eran seleccionados cuatro en total, un hombre y una mujer para “los serranos mayores” y “los serranos pequeños”, estos eran generalmente menores de 14 años. Durante la celebración de las fiestas, los sábados y domingos por la mañana, con el pasacalles, los “Serranos” eran recogidos en sus casas, que salían vestidos con el traje regional segoviano y se hacía el recorrido por el pueblo hasta llegar a la Iglesia, para después ir al parque a tomar una limonada.